Las actividades en familia requieren siempre un notable esfuerzo de planificación. Excursiones, deportes, viajes… cualquier tipo de propuesta, por simple que sea, implica unos preparativos previos que no se pueden obviar.
En invierno, una de las actividades favoritas para muchas familias es pasar un fin de semana en la nieve. ¿Qué hay que tener en cuenta antes de ponerse en camino? Aquí os ofrecemos una serie de consejos para conseguir que vuestra experiencia familiar en la nieve resulte del todo satisfactoria.
Elegir estación
Las estaciones de esquí no son todas iguales. Cada una posee unas características y equipamientos diferenciados, que hay que muy tener presentes a la hora de elegir. Los complejos más recomendables son los que disponen de actividades e instalaciones dirigidas a las familias, que permiten compaginar el esquí con otras propuestas de ocio.
Un ejemplo es la estación de Vallnord, en Andorra, que cuenta con dos sectores diferenciados para esquiar con los pequeños: Pal y Arcalís. Los dos cuentan con pistas de esquí muy fáciles y seguras, además de un parque de nieve con material para debutantes. Las ofertas para hacer esquí en Vallnord con la familia incluyen alojamiento más forfait a precios muy ventajosos.
Alojamiento: ¿hotel o aparthotel?
Depende de los gustos de cada uno y de los días de estancia previstos. Si viajas con niños pequeños, la opción más recomendable es el aparthotel, que aporta las comodidades de un hogar y permite cocinar. Para estancias cortas, de una o dos noches, una habitación de hotel también puede resultar satisfactoria.
En Esquiades.com podéis encontrar una amplia oferta de alojamientos en destinos de alta montaña; todos incluyen los remontes para acceder a las pistas. Si tenéis pensado salir a esquiar un fin de semana o durante las vacaciones de Semana Santa, ahora es el momento de reservar vuestro pack.
Equipamiento
Es un aspecto esencial a la hora de practicar el deporte de la nieve. Es preciso elegir el tamaño de bota adecuado y unos esquís y palos que se correspondan con la altura de los niños. El material es caro, por lo que solo vale la pena adquirirlo si vais a pisar a nieve con asiduidad. Si vuestra estancia en pistas es ocasional, conviene optar por material de alquiler o de segunda mano.
Respecto a la protección, es indispensable el uso del casco. Algunas escuelas de esquí exigen también un peto, que protege la espalda contra posibles golpes. Y algunas recomendaciones útiles: lleva dos pares de guantes para los niños, para podérselos cambiar cuando estén mojados. Si es posible, lleva también un recambio de pantalones y no olvides las cremas protectoras para la cara y los labios.
Hidratación
Como en cualquier práctica deportiva, la hidratación es fundamental. Procura que los niños beban suficiente agua y lleva algo de comida encima, como un bocadillo o una barrita de chocolate. Así los pequeños aguantarán hasta la hora de comer.
Edades ¿cuál es la mejor para iniciarse en el esquí?
Según los expertos en el deporte blanco, una buena edad para iniciar a los niños en el esquí estaría en torno a los 4 ó 5 años. Algunos especialistas, sin embargo, creen que habría que esperar hasta los 8, para que se complete el desarrollo psicomotriz del niño.
Sea la edad que sea, lo importante es realizar un proceso gradual de adaptación al medio. Para empezar, podemos utilizar elementos que permitan entrar en contacto con la nieve y ayuden a trabajar el equilibrio sin excesivos riesgos. La mayoría de estaciones de esquí disponen de algún recinto cerrado para niños con cintas para deslizarse, arrastres infantiles de cuerda y juegos diversos. En ese espacio empezarán a habituarse al casco, a las gafas de ventisca y a conocer el funcionamiento de los remontes.
Lo importante es que el niño asimile el esquí como un juego, y aprenda por sí mismo el ritual que acompaña a este deporte: colocarse un pantalón y un anorak, calzarse unos descansos o botas de nieve, ponerse unos guantes, gorro y gafas protectora y transportar su propio material. En un principio, le resultará incómodo utilizarse ese tipo de vestimenta, que además complica su movilidad, pero con el tiempo se irá acostumbrando.
Monitor, ¿sí o no?
En muchas ocasiones, los niños se inician en la nieve de la mano de los padres, pero si queremos que adquieran una buena técnica lo más recomendable es contratar un monitor o acudir a una escuela de esquí.
Para empezar, el monitor llevará al niño al parque de nieve, para que empiece a familiarizarse con el medio. Cuando adquiera una cierta experiencia, lo acompañará a la pista de debutantes, donde realizará sus primeros deslizamientos reales. Allí aprenderá a hacer cola para coger un arrastre y conocerá el funcionamiento de estos mecanismos.
En cuanto a la duración de las clases, con 1 ó dos horas al día será suficiente. Más tiempo no es recomendable, porque los niños se cansan y acaban perdiendo la concentración.
2 Comments
Buenos días Lourdes:
29 enero, 2018 at 12:37Me apunto tus consejos para cuando me atreva a lanzarme a esquiar jeje. Soy una mamá gaditana que está iniciándose en la publicación de un blog como aventura familiar. Uno de los primeros posts que tengo preparado es el de la visita a Sierra Nevada para familias No esquiadoras. Aún está en proceso, pero me gustaría dejarte el enlace a la prueba por si te apetece leerlo y, además de darme tu opinión si lo ves coveniente, añadir alguna info a tu publicación de forma complementaria. Un fuerte abrazo.
https://iris5316.wixsite.com/parejade4/inicio/sierra-nevada-para-familias-no-esquiadoras
Hola Irene
Lo siento, tu comentario lo había publicado el blog como spam y acabo de verlo. Como está el enlace en tu comentario cualquiera que entre en el post podrá verlo y así enlazar contigo.
13 febrero, 2018 at 11:32Gracias por la aportación, un besazo