Durante el invierno tendemos a realizar planes dentro del hogar los días que disponemos de tiempo libre. A menudo la lluvia y el frío condicionan las salidas al exterior y solemos prescindir de ellas al creer que pueden perjudicar a la salud de los más pequeños. Sin embargo, si elegimos una ropa y un calzado de invierno adecuado para ellos, no tenemos por qué prescindir de las excursiones durante estos meses del año. En este artículo haremos un repaso por los beneficios de realizar salidas a la naturaleza en invierno.

Conocer el entorno natural

Actualmente una gran parte de los niños y niñas viven en ciudades. Esto hace que corran el riesgo de sufrir una desconexión con el medio natural, ya que tienen menos contacto con la flora y la fauna. Para evitar esta situación, es recomendable acercarlos a entornos naturales siempre que sea posible. Además de aumentar sus conocimientos sobre las especies autóctonas de animales y vegetales, también podrán mejorar su capacidad de orientación.

Fortalecimiento del compromiso con el medioambiente

Actualmente es más necesario que nunca educar a nuestro hijos e hijas en la necesidad de respetar el entorno natural. Para poder crear en ellos una conciencia ecológica es recomendable que entren en contacto directo con las riquezas de la naturaleza. Solo de esta forma podrán entender que medidas como ahorrar agua o reducir el consumo de plástico tienen una repercusión real.

Mejora de las condiciones físicas

Por otro lado, realizar excursiones por distintos entornos y terrenos permite que tanto pequeños como grandes mejoren su capacidad física para adaptarse al medio. Esto se debe a que, al realizar rutas de senderismo, por ejemplo, desarrollamos nuestras habilidades y realizamos movimientos específicos. Lo mismo sucede cuando se trata de una excursión a la nieve. Sin embargo, para poder disfrutar de estas experiencias en las mejores condiciones, es necesario emplear el calzado y la ropa adecuadas. Para ello, es recomendable acudir a un centro especializado en el que podamos encontrar ropa y calzado específico para poder realizar este tipo de actividades de forma segura.

Permite experimentar nuevas vivencias

Muchos niños y niñas desconocen la existencia de fenómenos, tanto climatológicos como geográficos, que se encuentran muy cerca. Acercarlos a ellos es fundamental para apoyar su crecimiento personal. De esta forma, es positivo que conozcan el entorno costero, la montaña o los ríos. A este respecto, visitar una playa o un puerto en invierno puede ser una buena idea para comprobar de qué manera cambia el espacio con el paso de las estaciones.

Otra posibilidad es llevar a los pequeños de la casa a jugar con la nieve. Por norma general, los niños y niñas que viven en ciudades no suelen estar familiarizados con las nevadas. Acudir a una montaña cercana en los meses fríos puede ser muy ilustrativo para ellos. Además, se trata de una excursión que aprovecharán tanto los niños más pequeños como los mayores.

Ayuda a relajarse en familia

Por último, no debemos pasar por alto que el hecho de realizar excursiones toda la familia es beneficioso para cada uno de los miembros. Salir un fin de semana al medio natural permite desconectar del ajetreo urbano, así como de las obligaciones del día a día. Experimentar el descanso a través de la realización de actividades en el exterior ayudará a reducir el estrés y a disfrutar del tiempo en familia. Así mismo, esto puede favorecer también a la comunicación entre los miembros de la unidad familiar. De esta forma, se podrán reforzar los lazos y crear recuerdos únicos.

Recomendaciones

Sin embargo, para poder disfrutar plenamente de los beneficios de las salidas a la naturaleza en familia durante los meses de invierno es necesario tomar un par de precauciones.

Llevar la ropa y el calzado adecuado

Como hemos comentado con anterioridad, es necesario disponer del material adecuado en cada momento. Esto evitará sufrir lesiones o que el frío perjudique nuestra salud. No debemos olvidar que es importante llevar con nosotros suficientes prendas de abrigo, así como ropa que nos proteja de la lluvia. El calzado elegido para los pequeños también deberá adaptarse a ellos y a las características del entorno.

Valorar las previsiones climatológicas

Aunque el frío habitual no debe ser un inconveniente, sí que debemos contemplar la posibilidad de variar los planes en caso de tormentas, temperaturas excesivamente bajas o temporales. Para evitar posibles dificultades, es recomendable consultar la información relativa al tiempo con antelación y ser precavidos en todo momento.

Elegir planes adaptados a la capacidad de los niños

Así mismo, los planes deben estar adaptados a los más pequeños, es por ello por lo que debemos pensar en sus capacidades y necesidades. Dependiendo de la edad de cada miembro se podrán realizar unas actividades u otras. Una buena idea puede ser la participación de los más pequeños a la hora de organizar la excursión.

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