¿Existe un periodo en nuestra vida en el que dejamos de viajar? Puede resultar un poco intimidatorio para muchos pero no cabe duda que nuestra manera de viajar se ve alterada según nuestra edad. Para los más pesimistas, según varios estudios realizados por agencias de viajes y el INE (Instituto Nacional de Estadística) se ha comprobado que no existe una relación exacta entre la edad y el volumen de viajes realizados por parte de los usuarios.
¿Cuándo dejamos de viajar?
Lo obvio suele pasar desapercibido, precisamente por obvio. Lo primero que se nos viene a la cabeza es imaginar que son los jóvenes de entre 20 y 30 años aquellos que más viajan o deciden tomarse vacaciones más largas. No es el caso de la juventud española, las distancias más cortas lideran entre los destinos vacacionales más solicitados por los jóvenes. Una media de personas de entre 18 y 30 años suelen realizar viajes de gran distancia cada 3 años (en función de sus estudios y trabajo) pero durante el pasado 2017 y comienzos de este año una gran cantidad de adolescentes tomaron como opción el turismo Nacional. Según las estadísticas del INE casi el 77% de personas de este rango viajaron a ciudades como Las Palmas y Oviedo entre otras. Esta información la corrobora Felices Vacaciones, una agencia de viajes online de más de 8 años que ha visto como esta evolución ha ido enfocándose al turismo nacional entre muchos jóvenes de la actualidad. Pero las expectativas cambian ya que este porcentaje todavía estaba más elevado años atrás. Vivimos en un mundo globalizado y los más jóvenes cuentan con mayor ambición por conocer mundo.
Una pausa vacacional entre los 30 y los 40
Pero ¿Qué ocurre con las generaciones españolas posteriores a esta década? Entre los 30 y 40 años de edad, se pasa por un periodo de pausa vacacional en los que se buscan destinos más relajantes aunque distancias más largas, sobre todo viajes en pareja, con niños o con familiares. El Caribe es el destino principal de este grupo de viajeros que comprenden entre 32 y 41 años de edad. Otros destinos de Asia como Japón, Tailandia y Bali completan estas proporciones de los destinos que suele realizar este colectivo. ¿Qué factores influyen aquí? No sorprende que aquellos con mayor poder adquisitivo puedan realizar este tipo de viajes y es una realidad que aunque exista una oferta de viajes verdaderamente amplia los precios no difieren y suelen ser muy caros. La cúspide numérica de viajes se encuentra en este periodo.
Pasamos a un nivel más longevo, a la franja en donde aparentemente se reducen los viajes vacacionales. No hace falta demostrarlo ya que las cifras hablan por sí solas pues las últimas encuestas revelan que se reducen los viajes hasta un 17% cuando pasamos los 40 años. Los cruceros son líderes en España en la franja de los 40 y 55 años en donde alcanzan su auge con cifras espectaculares. Es una época llena de cambios, según muchos, y este grupo con una edad más madura pasa sus días libres en gran parte disfrutando de un viaje de crucero por el mediterráneo, los países bálticos e incluso por Sudamérica y Caribe. La mayoría de las ventas de mayoristas de viajes contrastan esta afirmación con sus transacciones y es que el 63% de ellas han sido cruceros al mediterráneo y los fiordos noruegos a usuarios de entre 40 y 60 años.
Llegamos a los viajes de los más veteranos en los que los números pueden llegar a asombrar a más de uno. Tomamos como ejemplo a un perfil de la Base de datos del INE, María del Carmen Rubert. A sus 72 años realiza con bastante frecuencia viajes a nivel nacional e internacional. Su último viaje a Londres y a la India han sido auténticas experiencias para ella. Sus próximos destinos que ya ha reservado para este verano son Viena, Bratislava y Budapest por supuesto de la mano de sus familiares.
Según, las estadísticas, el turismo de la tercera edad ha ido incrementado a lo largo de estos últimos 10 años en un 24% ¿Que ha hecho que estos perfiles se hayan convertido en unos «viajeros»? Esto ha sido en gran parte gracias a las comodidades que ofrecen tanto aviones y aeropuertos como los servicios de traslado e instalaciones en los alojamientos vacacionales. Sin duda la tecnología ayuda a muchos de estos longevos usuarios.
Parece mentira que estos porcentajes se inclinen en gran volumen a la tercera edad pero nunca es tarde para viajar. Se puede decir que la cultura turística de los españoles difiere con otros países como Italia, Bélgica o Alemania en donde la franja de los 20 y 30 años es considerada la cúspide de los viajes de sus habitantes. Según parece, la edad no frena esta afición que debería estar incluida en la vida cotidiana de todo ciudadano.
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